Drugs Anatomy

Una vez aclarado el concepto de drogas, ahora toca preguntarse: ¿cómo funcionan? Spoiler alert: su mecanismo de acción es siempre el mismo, y consiste en agotar las reservas de dopamina del cerebro inundándolo de placer.

Dopa… ¿khá?

Cuando una persona experimenta una situación agradable (como abrazar a un ser querido, o comer un postre favorito), el cerebro libera dopamina para avisar que aquello es placentero y, por lo tanto, digno de repetirse. Sin dopamina, el ser humano no sobreviviría como especie, pues no existiría motivación alguna para satisfacer necesidades básicas como comer, coger y cagar. ¿Cuál es esa motivación? El placer.

En resumen: si algo te gusta, libera placer

¿Cuál es el pedo con las drogas? Lo que hacen las drogas es afectar el sistema nervioso, sobrecargando las fábricas de dopamina tanto como sea posible y liberando oleadas de placer mucho más altas de lo que está acostumbrado el cerebro. Esto, a la larga, provoca que las fábricas naturales de dopamina en el cerebro se clausuren y se abran otras sucursales que sólo funcionan y responden al estímulo de la droga.

Tolerancia vs. Abstinencia

Al aumentar el consumo de la droga, el cerebro se acostumbra a trabajar en un estado de intoxicación, y deja de sentir placer fácilmente. Pa sentir rico de nuevo, el cerebro exige que se aumente la intensidad, la frecuencia o la cantidad del consumo (¡o las tres!).

Al proceso por el cual el cerebro deja de sentir placer tan pronto o tan intenso como antes se le conoce como tolerancia.

Si el cerebro se habitúa a un consumo elevado y prolongado, el bajón será más gacho, porque al cerebro cada vez le cuesta más trabajo funcionar sin la sustancia; se estresa y exige dosis de inmediato. Entonces se puede correr el riesgo de pasar del consumo “que me da placer” al consumo “que me evita un malestar”. Qué fuerte, ¿no?

Al malestar que surge cuando privas al cerebro de la sustancia a la que ya lo tenías acostumbrado, se le conoce como síndrome de abstinencia.

A mayor tolerancia, mayor síndrome de abstinencia.

Abuso de drogas, un fenómeno multicausal

¿Por qué las sustancias nos enganchan? No hay una sola respuesta, varía de cada quien, ya que intervienen muchas variables:

• Personales: personalidad, carácter, biología, etc.
• Familiares: estilos de crianza, permisividad, negligencia, etc.
• Sociales: percepción de riesgo, presión social, etc.
• Ambientales: disponibilidad de las sustancias, oportunidades laborales, etc.

¡OJO! Ninguna de éstas es determinante, es la suma de condiciones las que aumentan la probabilidad de engancharse con una droga.

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