La Ley General de Salud establece que los servicios públicos de salud solo se ofrecerán a personas sin seguridad social. Si eres derechohabiente de IMSS, ISSSTE, PEMEX o Fuerzas Armadas, debes acudir con un médico general en la unidad de medicina familiar correspondiente, quien te deberá referir con un médico infectólogo, que a su vez, te mandará a hacer exámenes de CD4 (para determinar cómo anda tu sistema inmunológico) y de Carga Viral (para saber qué tanto se ha reproducido el virus en tu organismo).

Si no tienes IMSS ni ISSSTE, puedes recibir tratamiento en los distintos servicios que tiene la Secretarìa de Salud en todo el país y una vez que te des de alta podrás acceder de forma gratuita a los servicios y medicamentos que se ofrecen en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisón Sexual  (CAPASITS) o en los Servicios de Atención Integral Hospitalaria (SAIH) que se encuentran en las 31 entidades del país o en las Clìnicas Condesa en la Ciudad de México. De igual forma, te mandarán a hacerte exámenes de CD4 y Carga Viral.

Lo más recomendable es que inicies cuando recibas tu diagnóstico, sin importar tu conteo de CD4, incluso si es alto. Además, será importante que te hagan exámenes de CD4 y Carga Viral cada 6 meses para poder monitorear tu estado de salud. Aunque te sientas físicamente bien, es posible que el virus se siga replicando en tu cuerpo.

A partir de que inicies tratamiento, tendrás que asistir una vez al mes o cada tres meses a tu clínica o CAPASITS a recoger la dotación que te corresponde. Existen varios esquemas de tratamiento así que el médico escogerá el indicado.