La hepatitis viral es una enfermedad infecciosa que afecta al hígado, y que puede producirse por distintos tipos de virus: A, B, C, D y E.
En el caso de hepatitis A y E, se transmiten por el consumo de agua o alimentos contaminados. En el caso de la hepatitis A, también se transmite por sexo anal-oral (beso negro). Los tipos B y C pueden ser transmitidos por transfusiones sanguíneas (antes del año de 1994 en México), vía sexual, uso de drogas intravenosas, procedimientos dentales con material no esterilizado o realización de tatuajes en lugares clandestinos.
Causan infección e inflamación del hígado y pueden producir enfermedades graves, incluso mortales.
La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal.
Se puede transmitir por vía sexual, uso de drogas intravenosas, transmisión materno-fetal, realización de procedimientos dentales con material no esterilizado, tatuajes o acupuntura con agujas infectadas.
Cuando las personas contraen hepatitis B por primera vez, pueden presentar síntomas como náusea, dolor en la parte superior derecha del abdomen, coloración amarilla de los ojos o la piel. Por lo general los síntomas mejoran, pero pueden tardar semanas o meses.
La mayoría de las personas con hepatitis B mejoran en 6 meses. Pero 1 de cada 20 adultos que contrae hepatitis b termina teniendo la enfermedad durante mucho tiempo. A esto se le llama hepatitis B crónica.
La mayoría de las personas con hepatitis B crónica no presentan síntomas. Pero, con el tiempo la infección puede provocar una infección hepática llamada cirrosis, y también aumenta el riesgo de contraer cáncer de hígado.
¿Cómo puedo evitar contraer la enfermedad?
- Vacunarse contra la hepatitis B.
- Usar condón cada vez que tenga relaciones sexuales.