El enganche
Una cosa son los efectos reales que producen las drogas en el cerebro (deprimen, estimulan o alteran) y otra muy distinta son las razones, los argumentos y las narrativas que las personas crean alrededor de su consumo y por las que lo hacen un hábito.
Son estas ficciones que dotamos de sentido las que nos terminan por enganchar a alguna droga. ¿Por qué? Porque al final esa sensación de recompensa nos produce placer. Ejemplos:
Para aumentar la energía física y mental
Para promover y mejorar las interacciones sociales
Para aumentar el placer sexual
Para inhibir otras funciones fisiológicas
Elegir y preferir drogas estimulantes, depresoras y alucinógenas tiene que ver con asuntos personales y por el contexto de cada persona. Nuestros cerebros reaccionan a las drogas de manera diferente porque buscamos saciar necesidades diferentes, porque encontramos placer en cosas diferentes.
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